Comentario: El enojo guardado es una explosión en potencia. Tarde o temprano esta frustración explotará y afectará nuestra vida o la de otras personas. Jesús nos enseñó a perdonar y a reconciliarnos (Mateo 18). El enojo es un asunto necesario de tratar. Si no, Satanás lo utilizará para abusar de nosotros y de las personas que nos rodean. No le permitas ganar espacio en tu vida. ¡Si le das un rincón, tomará posesión de toda la casa!
Oración: Padre Celestial, gracias por darme la capacidad de enojarme por las cosas que también te hacen enojar. Ayúdame a canalizar mis emociones en maneras productivas y que me ayudan a rechazar la maldad. A su vez, enciende en mi corazón el deseo de reconciliarme con las personas con las cuales he tenido problemas. Por el poder de tu Espíritu Santo, ayúdame a perdonar como me has perdonado. En el nombre de Jesús, mi Señor, oro, Amen.